a hablar y a saber cuando parar de llorar
porque ya no da resultado.
Vas a aprender a leer, a escribir
a crecer más rápido que tu mente
y a empezar a reconocer dónde está
tu verdadera gente.
Aprenderás a ser paciente.
Aprenderás a que cuelguen de tus labios
palabras que nunca dijiste.
Aprenderás que hay cosas fuera
que ser agradecido es una gran virtud
y que todos los caminos son buenos
siempre que no se ande de rodillas.
Aprenderás a tender la mano sin pedir nada
porque el que nada espera rara vez se decepciona.
Aprenderás a sacar clavos y remaches
A hacer lo que nadie hace
y a dibujar sonrisas ciegas
aunque sean de chocolate.
Aprenderás lo rápido que cambia el viento para quien no entiende de grises.
Aprenderás a no invertir en cobardes.
Aprenderás lo que quema un clavo ardiendo
y que las quemaduras dejan marcas.
Aprenderás a intuir las miradas que hay detrás de un falso beso.
Aprenderás que hay verdades que a veces erosionan
y que toda mentira es mortal por sí sola.
Aprenderás el poder del no
que hay pasiones que camuflan realidades
y que no debes presentar a impresentables.
Aprenderás a salir del pozo del don Pablo
y el precio de no dejar caer a quien merece quedarse dentro
sin una triste vela que le de sustento.
Aprenderás que la confianza solo debe perderse una vez
y que a base de tropezar en la misma piedra
la eres capaz de romper.
Aprenderás y aprenderás
y aprenderás lo que quieras
y te quedará grabado:
RODÉATE DE PERSONAS BUENAS
Ramón Ibarra
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